Lo cierto es que las expectativas en cuanto a público son mejores. Al margen de la variable en cuanto a asistencia, que lógicamente tiene una larga serie de condicionantes, la familia del mundial de Superbikes presente en Alcañiz la forman unas 4000 personas entre organización y equipos.
Tendremos un total de 154 pilotos y a su alrededor giran 547 perdonas repartidas en los diferentes equipos. El personal de Dorna es de unas 60 personas que se han de añadir a las 400 que forman parte del personal que trabaja en el circuito repartidos en las gradas, zonas de público, parking, seguridad, auxiliares, médicos o bomberos. Los periodistas y fotógrafos acreditados superan los 200.
Las instalaciones presentan un aspecto impecable y el paddock, que recordemos que en Superbikes es accesible al público, dispone de zonas comerciales.
La pista
El circuito de esta temporada estrena por vez primera el trazado de MotoGP que tiene una longitud de 5.077 metros, es decir 268 metros menos que el que hasta ahora se utilizaba en Superbike (5.345 metros). Por tanto el tiempo por vuelta es unos seis segundos más lento. En la primera sesión libre de la edición del año pasado Rea rodó con su Honda en 1’58.449 y este año en la primera sesión de esta mañana, Davies (Ducati) ha marcado un crono de 1’52.009.
La frenada de final de recta del año pasado era espeluznante y venía seguida de un “gancho” de primera, mientras que ahora después de la larga recta la curva de acceso a la meta es más redondeada. El año pasado en esta misma sesión Guintoli marcó con su Aprilia una velocidad máxima de 321 kilómetros por hora. Forés fue el más rápido esta mañana con 304 kilómetros hora de punta.